sábado, 6 de junio de 2015

Como jamás tan vivo






En 1987 la editora Abril publicó el libro Como jamás tan vivo, selección de poemas dedicados a la figura del comandante Ernesto Guevara con la intención de rendirle homenaje en el vigésimo aniversario de su desaparición física.

El escritor, crítico y ensayista cubano Waldo González López reunió y revisó los textos escritos por jóvenes poetas cubanos y el resultado fue el título mencionado. En las palabras de presentación Waldo señala:

Esta selección de poemas es como el canto agradecido de la juventud cubana a Ernesto Guevara de la Serna en el  XX Aniversario de su desaparición física.

Se trata, pues, de un variado homenaje de los poetas jóvenes al Poeta que escribió sus mejores versos en la Sierra y el llano, en Punta del Este y Quebrada del Yuro. La voz multiplicada, unánime, el ardiente himno de tantos a Aquel, ayer, hoy y siempre entre    nosotros, tan vivo como en los primeros años de la revolución…

Del volumen son estas composiciones en las cuales van implícitos amor, admiración y fidelidad al ideario y ejemplo de quien es luz y guía para las nuevas generaciones de cubanos y para todo el mundo.





CHE



Proclamo que nunca es tarde

Para crecer hasta ti

Porque tú sembraste aquí

el firme fuego que arde

en quien libre de cobarde                                  

oportunismo se da,

en quien queda aunque se va,

en quien marcha y permanece

porque en cada niño crece

y en cada minuto está.



Ernesto Agüero (Camagüey, 1954)
                                              
                                                  
CHE



Che, tú lo sabes todo,

los recovecos de la Sierra,

el asma sobre la yerba fría,

la tribuna,

el oleaje en la noche

y hasta de qué se hacen

los frutos y las yuntas.



no es que yo quiera darte

pluma por pistola,

pero el poeta eres tú.   

                                

Miguel Barnet  (La Habana, 1940)


COMANDANTE AMANECIDO



Llegó del alba, de donde

el tiempo grita y no puede

detener la luz que cede

ante su rostro.

                       Se esconde

pero lo llamo y responde

aunque la noche –tan terca-

aunque su estrella –tan cerca-

lleven amor al desgaire.



Llegó del alba: es el aire,                  

el fuego, el sol, la bravura.
Llegó, pero yo sospecho

de las horas. Su mirada

es una nueva llegada

al país de nuestro pecho;


todo el coraje lo ha hecho,

de su verdad ha nacido.



Comandante amanecido

de futuro –de clamores-

nunca lo esperen con flores

que él llega ardiente y ardido.



Luis Beiro Álvarez (Santiago de las Vegas, 1950)  





LECCIÓN

Además,
qué podemos decir los poetas
ahora que las manos del Che tocaron la esperanza.

Jesús Cos Causse (Santiago de Cuba, 1945)   



EL HOMBRE SE LLAMA ERNESTO

Desde que su luz fulgura
por América como una
llamarada de insurrectos.

Desde que todos los sueños
se fundieron en la tez
de la montaña que fue
la señal para el camino.

Desde que crecen los niños
Queriendo ser como el Che.

Adalberto Hechavarría (Omaja, Las Tunas, 1956)  


VERSIÓN DEL GUERRILLERO

Volverá,
lo conozco.
Como el pedazo de una estrella
volverá.
Nunca en su estirpe
ha muerto para siempre un hombre.

Omar González (Vueltas, Villa Clara, 1950)

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